El lenguaje corporal


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En esta entrada vamos a hablar del lenguaje corporal, donde nuestro cuerpo realiza movimientos o gestos sin que nosotros demos cuenta de ello. Este lenguaje deja entrever lo que nosotros estamos pensando, a veces decimos algo pero nuestro lenguaje corporal está sugiriendo algo completamente distinto.

Dentro de este lenguaje, los factores que juegan el papel más importante son la mirada, las manos, los brazos, los pies… Primero, con lo que respecta a la mirada, que mantengamos el contacto visual repetido, muestra cierto interés hacia la persona que nos dirigimos. También, a través de un gesto tan común como es el apretón de manos, podemos apreciar que la persona que ofrece la palma de la mano hacia abajo significa que quiere llevar el control de la situación, o si de lo contrario la ofrece hacia arriba significa que cede el control a la otra persona. Y por último, el cruce de piernas y brazos muestran una actitud negativa, también es frecuente el cruce de pies, pero este muestra cierta timidez. 

Así pues, si observamos bien el lenguaje corporal de los demás, podremos diferenciar cuando una información que recibimos de alguien es verdad o mentira. La persona que nos está mintiendo tendrá gestos como taparse la boca, tocarse o frotarse la nariz o un ojo, dirigir la mirada hacia abajo, tocarse la nuca, tragar saliva frecuentemente… Cuando alguien quiere ocultar información, lo que podemos clasificar como un tipo de mentira, tendrá los labios apretados, sonreirá… Sin embargo, la persona que nos dice la verdad tendrá otros como tener los brazos y manos abiertas, dirigir su cuerpo al frente, poner la mano en el pecho…








Para acabar, aquí dejo escritos algunos de los gestos más frecuentes, que utilizamos a la hora de mantener una conversación con alguien, y su verdadera interpretación. 

Morderse las uñas: ansiedad, inseguridad

Mandíbula apretada, músculos tensos: enfado

Brazos cruzados: defensa

Manos cogidas por detrás de la cabeza: confianza

Dar golpecitos o tamborilear con los dedos: impaciencia

Tocarse el pelo: inseguridad

Cabeza ladeada: interés

Acariciarse la barbilla: tomar una decisión



Ada Valero


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